“El flujo turístico desde Rusia hacía Turquía se ha reducido en un 22 por ciento este año por la crisis económica, mientras tanto el turismo interior ha crecido un 30 por ciento. Crimea se ha convertido en un competidor para Turquía”, explicó Karlov.
Añadió que “las agencias turcas tienen una experiencia excepcional en este campo y pueden entrar en Crimea y ayudarnos en el desarrollo de la infraestructura turística y la construcción de hoteles”.
Karlov aclaró que Ankara y Moscú tienen ciertas diferencias respecto a la península, aunque este hecho no afecta la colaboración económica.
“Las empresas turcas vienen a Crimea aunque no tan rápido como nos gustaría”, dijo.
Karlov concluyó que Crimea tiene interés para Turquía y espera que “el capital turco aumente allí”.