La multa es parte de un nuevo documento del Ministerio de Trabajo que obliga igualmente a los patronos a establecer reglas de vestimenta para sus empleadas; el incumplimiento de esta norma se castigaría con 5.000 riyales (unos 1.300 dólares).
"Pienso que es una buena medida porque las mujeres van al trabajo y no a una muestra de moda", dice Afnan Kokandi, una joven trabajadora saudí, citada por el periódico.
Otra empleada, Rahaf Yamani, también apoya la multa, aunque considera que su monto es demasiado alto.
Por su parte, Noura Fuad, que trabaja en una empresa privada, opina que la "ropa es una cosa privada y personal" y las "mujeres deben tener derecho a elegir".