Mas, según fuentes judiciales, no ha respondido las preguntas ni del fiscal ni del abogado del sindicato ultra Manos Limpias, y se ha limitado a contestar a las preguntas del juez.
Alrededor de mil personas han esperado en los alrededores de los céntricos juzgados de Barcelona la salida de Mas.
El político catalán está imputado por cuatro delitos: desobediencia civil, prevaricación, malversación de fondos públicos y obstrucción de la Justicia.
Las consecuencias de estas acusaciones podrían acarrearle desde multas económicas hasta inhabilitación del cargo y penas de prisión.
Está previsto que el presidente catalán haga una comparecencia pública para explicar su declaración.
Pastor ha pedido que se respete la independencia del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña.
Mas ha estado acompañado desde primeras horas de la mañana por una multitud compuesta por su Gobierno en funciones, decenas de parlamentarios secesionistas, más de 400 alcaldes catalanes blandiendo sus varas municipales, y una multitud que le ha arropado al grito de "independencia".
Las autoridades hicieron un pasillo al líder nacionalista entre gritos de "todos somos Mas".
La imagen de Mas declarando sube el voltaje del pulso judicial por el proceso.
A pesar de la prohibición judicial, más de 2,3 millones de catalanes acudieron a las urnas el pasado 9 de noviembre para dar su opinión sobre la relación entre España y Cataluña.
Más del 80 por ciento de ellos votaron apoyaron la independencia; sin embargo, la mayoría de los catalanes optó por no participar en este simulacro de consulta.