Zajárova lamentó que la reanudación del diálogo político esté obstaculizado por la escalada de tensión en la región, que se ha saldado con víctimas mortales también entre la población civil.
"La futura escalada es inadmisible", subrayó.
El tema de Nagorno Karabaj, prosiguió, continúa en el punto de mira de Moscú y fue discutido detalladamente durante las visitas a la capital rusa de ministros de Exteriores de Armenia y Azerbaiyán.
Además, durante la Asamblea general de la ONU en Nueva York, el canciller ruso Serguéi Lavrov abordó el conflicto con mimebros del Grupo de Minsk, recordó Zajárova.
Ereván y Bakú viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios, decidió independizarse de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una guerra que se prolongó de 1992 a 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, cuyos copresidentes son EEUU, Rusia y Francia.