"No va dirigido en absoluto a arrebatarle a nadie las posibilidades de tránsito, por lo que quisiera pedir que se dejen de lado especulaciones políticas de este tipo", dijo al intervenir en un foro inversionista.
El proyecto, subrayó, "va dirigido a cubrir la demanda de energía en primer lugar en el norte de Europa, dada la caída de la producción en el Reino Unido y Noruega y el aumento de la demanda de energía en esta región".
El consorcio ruso Gazprom firmó el 4 de septiembre un acuerdo de los accionistas de la empresa conjunta New European Pipeline AG que se dedicará a la construcción del gasoducto Nord Stream 2.
Además de Gazprom, que tendrá el 51 por ciento de las acciones, la compañía estará formada por accionistas de las alemanas E.ON y BASF/Wintershall, la francesa Engie (antigua GDF Suez), la austriaca OMV y la anglo-holandesa Shell.
El proyecto prevé la construcción, a través del mar Báltico, de dos ramales paralelos con una capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos al año.