Significa que la UE debe renunciar a su concepto de una "unión cada vez más estrecha" con el Reino Unido.
En segundo término, la UE debe declarar abiertamente que el euro no es la única divisa y que Europa es una unión multidivisa. Con esta exigencia, el Gobierno británico busca fortalecer la libra esterlina.
En tercer término, el Reino Unido debe tener el derecho de rechazar las directrices de Bruselas y derogar las leyes existentes.
A finales de mayo pasado, el Gobierno británico presentó al Parlamento un proyecto de ley que permite convocar un referéndum sobre la permanencia en la UE.
La pregunta que se plantearía a los británicos en el referéndum sería la siguiente: "¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea?".
La consulta se celebraría antes del fin de 2017.