Ahora, continuó Arrazola, hay que esperar a la presentación de pruebas por parte de la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala) y el Ministerio Público (fiscalía) en el juicio penal contra todos los involucrados.
Juan Carlos Monzón se entregó a la justicia este lunes después de permanecer prófugo durante casi medio año y será procesado por los delitos de asociación ilícita, casos especiales de defraudación aduanera y cohecho pasivo.
"Su declaración es básica porque aceptó la existencia y su participación en la red e involucró al expresidente y a la exvicepresidenta. Su testimonio y los documentos que pueda aportar son fundamentales para demostrar que la estructura funcionaba dentro del Estado y los que participaban", aseguró el periodista.
La estructura de corrupción de La Línea, que obtenía ganancias ilícitas en los controles de aduanas, terminó con la renuncia y detención de la vicepresidenta Roxana Baldetti y con el juicio político, la dimisión y el arresto del propio presidente, Otto Pérez Molina. Ambos se encuentran en prisión preventiva.
Este caso es el primero en el que aparecen pruebas fehacientes sobre corrupción política, "en el que se va a tratar de demostrar la participación de estructuras criminales a través de redes que copan las instituciones del Estado para delinquir", continuó Arrazola, por eso hay grandes expectativas.
Arrazola estima que el juicio comenzará el próximo mes de enero o febrero y hacia mediados de año "debería haber sentencia".
La investigación del caso La Línea comenzó en 2014 ante la sospecha de que un grupo de importadores tenían contactos con una red de agentes aduaneros para evadir el pago de impuestos.