"Nuestra expectativa es que la detención de estos jueces sea una lección para todos los operadores de justicia", señaló Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack.
Asimismo, Mack aseguró que "pronto" se espera la captura de una tercera jueza, Carol Patricia Flores, ya que también "se ha logrado probar que recibió dinero de forma ilícita".
Las juezas Jisela Yadel Reinoso y Marta Sierra de Stalling y el magistrado Erick de León fueron detenidos después de que el Ministerio Público (fiscalía) y la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) pidieran sus capturas, informan en un comunicado ambos organismos.
Sierra de Stalling está acusada de cohecho pasivo y prevaricación, pues "se presume que (…) pudo llegar a acuerdos ilegales con seis sindicados de la red de defraudación aduanera conocida como La Línea, a quienes habría beneficiado con fianzas para salir en libertad", según informa la CICIG.
La investigación del caso La Línea comenzó en 2014 ante la sospecha de que un grupo de importadores tenían contactos con una red de agentes aduaneros para evadir el pago de impuestos.
La estructura, que obtenía ganancias ilícitas en los controles de aduanas, terminó con la renuncia y detención de la vicepresidenta Roxana Baldetti y con el juicio político, la dimisión y el arresto del propio presidente Otto Pérez Molina.
Fue la primera vez en Guatemala que aparecieron pruebas fehacientes sobre casos de corrupción política.
Por otra parte, la jueza Reinoso está acusada de presunto lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, incumplimiento del deber de presentar declaración jurada patrimonial y obstaculización a la acción penal.
El magistrado De León deberá responder por supuestamente cobrar una comisión a cambio de una resolución favorable para una empresa.
Las detenciones de este martes fueron posibles por las investigaciones realizadas por el Ministerio Público y la CICIG, señaló Mack.
"Han sido muy profesionales e incuestionables por la calidad de las pruebas presentadas, tanto a nivel documental como científico. Su rol ha sido clave en la lucha frontal contra la corrupción, ya que los guatemaltecos hemos sido testigos y víctimas de lo que la corrupción conlleva", precisó.
"Los jueces, especialmente, deben de ser íntegros para evitar estos actos, ya que han desnaturalizado su investidura y con su actuación restan credibilidad al sistema de justicia y nos dejan en estado de indefensión", lamentó la activista.
Aires de cambio
Guatemala, un país todavía afectado por las secuelas de la guerra civil (1960-1996) y, más recientemente, por la corrupción, la violencia y la inseguridad, ha vivido en los últimos meses una oleada de protestas inéditas, que comenzaron con la revelación del esquema de contrabando de La Línea, que fue organizado desde el propio Estado.
"Nunca nos imaginamos, con todas las manifestaciones pacíficas que hicimos en la plaza central, poder meter en la cárcel a un presidente y a una vicepresidenta por actos de corrupción. Años atrás hubiera sido impensable", sostuvo Mack.
Los sectores críticos reclaman la reforma de la ley electoral y de partidos políticos "para no continuar con este sistema perverso de corrupción que tanto daño hizo", dijo Mack.
Por ello proponen una ley de inhabilitación de funcionarios públicos y un pacto de ética que incluya a las empresas para que estas puedan ser sancionadas.
La Fundación que dirige Helen Mack fue creada en honor de su hermana y lleva por eso su nombre, Myrna Mack.
Myrna fue asesinada en 1990 en Guatemala por miembros del Estado Mayor Presidencial cuando trabajaba en una investigación relacionada con los desplazados y refugiados en las zonas del conflicto armado de ese país centroamericano (1960-1996).
