En su informe, el organismo señaló que el 68,5 por ciento de las muertes se localizaron en la región Sudeste del país (que comprende los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo) siendo el estado de Sao Paulo el más afectado con una tasa de 1.516 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone una auténtica epidemia en el estado más poblado de Brasil con cerca de 31 millones de habitantes.
Por detrás de Sao Paulo se situaron los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro, también en el Sudeste, y los estados del Nordeste de Pernambuco, Bahía y Ceará, siendo el estado de la región Centro-Oeste de Goiás el que concentró una mayor tasa de todo el país con 1.979 casos por cada 100.000 habitantes, aunque lo reducido de su población no permitió compararlo con el impacto de la enfermedad los estados del Sudeste.
Solamente en entre enero y mayo de este año, Sao Paulo registró un total de 134.389 casos de dengue, es decir, un aumento de un 138 por ciento respecto a 2014 y la peor incidencia que se recuerda en la ciudad, lo cual llegó a provocar además la intervención de las Fuerzas Armadas en los barrios de la periferia de la ciudad para fumigar pesticidas que ayudasen a combatir el mosquito Aedes aegypti, responsable por la trasmisión del vírus a los seres humanos.