Según un comunicado de la policía israelí en el que informaba de la nueva medida, el cierre parcial de la Ciudad Vieja se decidió “por la situación de seguridad en Jerusalén y el serio ataque terrorista en la Ciudad Vieja” y “tras una serie de consultas entre políticos, policía y otras fuerzas de seguridad”.
A pesar del cierre, los palestinos musulmanes podrán entrar al recinto de la Explanada de las Mezquitas a rezar, pero solo estarán autorizados a hacerlo las mujeres de cualquier edad y los hombres mayores de 50 años. El único acceso permitido será el de la puerta de los Leones.
Las calles de la Ciudad Vieja están hoy casi desiertas, ya que los comerciantes del barrio musulmán y los estudiantes —en toda la parte este de Jerusalén, zona palestina ocupada por Israel- han convocado huelga.
La Ciudad Vieja está repleta de policías. El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, dijo hoy desde allí que el cierre de la zona “es una solución puntual buena, un ejemplo correcto de cómo tiene que actuar la policía”.
“El cierre pretende proteger a los judíos que solo quieren ir a rezar”, añadió. Los judíos celebran estos días la festividad del Sukot (Tabernáculos), que se acaba mañana con un día festivo en todo Israel.