El presidente Nicolás Maduro rechazó la presencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) argumentando que está al servicio de los enemigos de su Gobierno: "no sirve para nada. La OEA lo que ha hecho es aprobar invasiones, golpes de Estado (…) es una guarida de conspiración contra los procesos progresistas nobles, revolucionarios y auténticamente populares", afirmó.
Por su parte, la oposición considera que el rechazo a la presencia de la OEA esconde intenciones de fraude por parte del oficialismo.
"No hay casi diferencias en el trabajo de las entidades nacionales y las internacionales. Tienen las mismas funciones y limitaciones, pues deben encuadrarse en los planes que para ellas establezca el Consejo Nacional Electoral (CNE)", dijo a Sputnik Nóvosti el experto Luis Lander, director del independiente Observatorio Electoral Venezolano.
La observación o el acompañamiento deben concluir con un informe escrito, con análisis, conclusiones y sugerencias.
Pero el informe debe ser confidencial y solo podrá divulgarse cuando el CNE lo autorice, siempre después de que se proclame a los ganadores y sin que el texto pueda tener efectos jurídicos.
Lander cree que el término "observación internacional" genera rechazo en instituciones venezolanas porque, siendo una práctica reciente, de hace pocas décadas, se aplica principalmente a naciones del Sur en desarrollo y no a las del Norte industrial.
Abundancia de misiones electorales
Las más recientes elecciones venezolanas con acompañamiento internacional fueron las presidenciales del 14 de abril de 2013, en las que el actual mandatario Nicolás Maduro obtuvo 50,61 por ciento de los votos válidos y el opositor Henrique Capriles logró 49,12 por ciento.
En esos comicios participaron delegaciones de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) y del Instituto de Altos Estudios Europeos.
La Unión Europea (UE) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) acompañaron las elecciones presidenciales de 1998, 2000, 2006 y 2012 en las que resultó electo por amplia mayoría el expresidente Hugo Chávez. También hubo presencia internacional en las parlamentarias.
Lander recordó que, pese a sus declaraciones, la oposición venezolana no ha podido demostrar que los resultados de las consultas sean distintos a los oficiales, avalados además en cada ocasión por grupos de observación nacionales y extranjeros.
Desconfianza de los venezolanos
Para estas legislativas, los líderes opositores reclaman una observación electoral que trabaje desde los meses previos a los comicios y no solo el día de la consulta, para que puedan apreciar lo que consideran ilegalidades y ventajismo oficialista en el proceso.
Por su parte, las autoridades y el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela rechazan sistemáticamente "toda injerencia en nuestros asuntos internos" y reivindican el sistema electoral venezolano, con votación y escrutinios automatizados, como "el mejor y más transparente del mundo".
Según una encuesta realizada en pasado mes de mayo por la privada Universidad Católica Andrés Bello, solo 22 por ciento de los entrevistados aseguraron tener "mucha confianza" en el CNE, y 13 por ciento dijeron tener "algo de confianza", mientras 50 por ciento manifestaron "ninguna confianza" y 14 por ciento "poca confianza".
Para Lander, la OEA y la UE "tienen bastante experiencia en observación electoral y equipos con buen nivel técnico, lo que no es el caso de Unasur", por tratarse de una organización nueva.
Sin embargo, la Unasur "puede integrar una buena misión, por ejemplo, con responsables electorales y técnicos experimentados de los países que la integran".
De hecho, el CNE aseveró este mes que había cursado invitaciones a la Unasur para el acompañamiento y que se ampliarían los pedidos a otras organizaciones políticas de la región.