Las autoridades israelíes restringieron ayer el acceso de los musulmanes al complejo, donde solo pueden rezar los fieles de esta fe. Los hombres menores de 50 años tienen prohibida la entrada a la Explanada siete días contando desde hoy.
Grupos de jóvenes palestinos se atrincheraron en la mezquita de Al Aqsa anoche al saber que hoy no los dejarían entrar y bloquearon las puertas de acceso para evitar la entrada de la policía.
Según un portavoz policial, los agentes entraron y fueron recibidos con piedras, cócteles Molotov y botellas, aunque ningún agente resultó herido. La policía disparó gases lacrimógenos y utilizó otros medios para dispersar a los jóvenes.
La Explanada se abrió a los visitantes, a pesar de que aún siguen produciéndose pequeños disturbios en algunas zonas del recinto. Los enfrentamientos entre palestinos y policías se han producido desde que hace ya quince días empezó la temporada de más fiestas judías.
Los palestinos consideran una provocación estas visitas en las que hay progresivamente más judíos de ultraderecha y acusan a Israel de querer cambiar el statu quo de la Explanada, intención que Israel niega.
El complejo está situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la parte este de la ciudad, zona palestina ocupada por Israel desde 1967.