"Todos sabemos que estas elecciones serán muy diferentes en el fondo", dijo el presidente de Cataluña, Artur Mas, tras firmar el decreto de convocatoria de las elecciones el pasado 3 de agosto.
Agregó que "una situación excepcional requiere medidas excepcionales": "El Estado quería silenciar la voz y voto del pueblo, Cataluña no vive en condiciones normales", explicó.
Los recortes al redactado del nuevo Estatuto de autonomía de Cataluña de 2006, luego que el Tribunal Constitucional anulase o reinterpretase varios de sus artículos, alentaron al movimiento independentista, que en 2010 convocó una multitudinaria manifestación de rechazo.
El sentimiento independentista comenzó a crecer entonces en la sociedad catalana –que consideró cada vez más que las vías de diálogo con el Estado español se habían agotado–, confirmado por numerosas encuestas y sondeos.
Esta demostración de movilización continuó en las Diadas de 2013 y 2014 —en la que participaron 1,8 millones de personas, según cifras de la Guardia Urbana de Barcelona- hasta la de 2015, convocada con el nombre Via Lliure a la República Catalana (Vía Libre a la República Catalana).
En 2014 la Generalitat (Gobierno) de Cataluña planteó la convocatoria un referéndum sobre la independencia, pero el Gobierno central, la única autoridad según la legislación española capaz de convocarlo, se negó.
Finalmente, el 9 de noviembre de 2014, la Generalitat convocó una consulta popular sin aval del Gobierno español cuyo resultado, sin embargo, no fue vinculante.
Después de varios meses de conversaciones entre partidos y entidades soberanistas, el pasado 3 de agosto, el presidente de Cataluña firmó el decreto de convocatoria de elecciones para el próximo 27 de septiembre.
Aunque firmada de acuerdo con la legislación española, los partidos independentistas han planteado estos comicios como un plebiscito sobre la secesión de España, ante la imposibilidad de negociar un referendo con el Gobierno central.
"Somos los ciudadanos los que tenemos que convertirlas en plebiscitarias", dijo en una entrevista a TV3 el presidente de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras.
Mas aseguró que, de obtener una mayoría parlamentaria (aunque no necesariamente de votos) favorable a la independencia, la primera medida será aprobar una "declaración solemne" en el Parlamento catalán para iniciar el proceso de "desconexión" de España.