"Con este mantra, esta idea, han asustado a profesionales, a escritores, a políticos que quieren estar bien introducidos en los medios dirigentes catalanes", estima Falcón.
La feminista y escritora firmó hace unos meses, junto a más de 300 personalidades de la izquierda, un manifiesto de rechazo al secesionismo catalán.
El clima contra los no independentistas "es de desprecio, de persecución" y en algunos casos "es importante porque se da en el ámbito laboral", denuncia Falcón que recuerda que "yo he vivido muchísimos años" en Cataluña.
Este acoso se da "sobre todo en la intelectualidad y en las clases medias acomodadas, contra todo aquel que no apoya por lo menos el derecho a la autodeterminación que se han inventado", en referencia al referéndum que reclaman hoy el 72 por ciento de los electores catalanes.
Este proceso es una "una estrategia que empezó hace 30 años", desde que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido del presidente catalán Artur Mas, "montó el sistema educativo de la inmersión lingüística que ha consistido en adoctrinar a dos generaciones en las gestas heroicas de Cataluña contra el enemigo que es España".
"Han tenido incluso la caradura de hacer un congreso que se titulaba 'España contra Cataluña'", resalta Falcón a esta agencia.
Para Falcón, "esto es un adoctrinamiento continuo: todos los intelectuales, profesores, escritores y políticos comprometidos están aterrados".
Falcón reconoce que los no independentistas "no han hecho nada" porque están "a la espera", mientras que los rupturistas han sabido aprovechar "cualquier cosa".
La intelectual vivía en Cataluña cuando llegó el Gobierno de Mas en 2010 y "empezó a cerrar hospitales, a echar médicos, a cerrar ambulatorios, y a recortar en educación", explica.
"Estuve en las primeras manifestaciones" contra el Ejecutivo de Mas, pero "al cabo de dos meses empezaron la campaña de que 'España nos roba' y que por eso tenemos que cerrar hospitales" y entonces "se acabaron las manifestaciones".
Fue "una estrategia estupenda para desmovilizar", cree la activista, que opina que hoy "todo el movimiento obrero está destrozado", mientras que tanto los sindicalistas, como las mareas ciudadanas y los profesionales "se han desmovilizado", ante un discurso independentista que todo lo domina.
"Lo mismo ocurrió en la Europa de 1014 cuando las burguesías orquestaron el mismo discurso nacionalista", afirma: "Lo que me da más pena es que a las clases trabajadoras, que son de origen diversos, les están engañando diciéndoles que cuando sean independientes serán ricos y felices", concluye.
"El referéndum sería una estafa"
El referéndum que reclaman los independentistas catalanes “es una estafa montada por el Gobierno de Cataluña”, afirma: una solución sin conflicto y violencia al desafío catalán pasa “por una república federal”, explica.
“El referéndum es una estafa porque la organizará el Gobierno de Cataluña” y este tipo de consultas “se organizan para ganar”: “Convences a la población con los medios que tiene el Estado, ya sea la publicidad o los medios públicos”, afirma Falcón que tampoco defiende un referéndum para elegir monarquía o república en España.
Ésta “sería una consulta que convocaría el rey de España, organizaría el Ministerio del Interior y controlaría la Policía”, como ocurrió con “el de la OTAN” recuerda.
Para Falcón, el movimiento secesionista lo dirige la burguesía catalana, que busca “ganar más dinero, no pagar impuestos y ser dominantes en el país”.
La activista lamenta que la izquierda catalana cayera en el "embrujo nacionalista" que ha apoyado “el mantra de la autodeterminación de los pueblos”, "como si Cataluña fuera la isla de Timor o el Sahara", cuando es la región más rica de España, concluye.