Brasil acude a la Cumbre del Desarrollo Sustentable con una serie de ambiciosos compromisos bajo el brazo que incluyen la adopción de un política contundente de castigo a la deforestación, el impulso a la recuperación forestal en el país de acuerdo al Nuevo Código Forestal de 2012 y la implementación de las metas de emisión de gases de los países miembros del COP21 que acudirán a la Conferencia de las Partes de París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre de 2015.
"Brasil no irá a París buscando revisar la meta del aumento de 2 grados centígrados de la temperatura, que es el límite que el Panel Científico del Clima recomienda como tolerable para que podamos avanzar en el desarrollo del planeta", anticipó Teixeira a la vez que insistió en que "Brasil afirma y reafirma su compromiso políticos asumido globalmente" e instó a "buscar soluciones más drásticas".
"No estoy diciendo que no se respeten las áreas indígenas y de conservación. Al contrario, todo ha de ser respetado pero se deben construir soluciones en un mundo donde procuraremos la eliminación de las emisiones de CO2", concluyó Teixeira quien citó para su argumentación el informe la Universidad Federal de Río de Janeiro(UFRJ), "Implicaciones económicas y sociales de la mitigación de los gases de efecto invernadero".
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Según el mismo, el desarrollo de mecanismos de desarrollo sustentable en Brasil podría aportar 609.000 millones de reales al país en los próximos años, un dato que apuesta por la entrada del gigante amazónico en la "economía verde" y que la ministra interpretó como "extremadamente interesante porque desentraña la ruta a seguir para conseguir la reducción de emisiones de gases en Brasil, algo que el país ya está haciendo".