"Rusia con su intervención militar independiente es probable que complique el proceso político para solucionar la crisis en Siria", indicó Chebli.
Al mismo tiempo matizó que Occidente tenía interés por "la participación de Rusia en la lucha contra el EI en cierto marco y formato concordado con EEUU".
Infografía: Estado Islámico
Los terroristas controlan vastas zonas de Irak y Siria, una superficie total de hasta 90.000 kilómetros cuadrados, y pretenden extender su influencia en el norte de África, particularmente en Libia.
Más de 90 naciones combaten a este movimiento. Rusia presta apoyo al Gobierno legítimo del presidente sirio, mientras que la coalición liderada por EEUU insiste en el derrocamiento de Bashar Asad y se niega categóricamente a incluirlo en la lucha contra el EI.