"Ucrania está en una situación de guerra y esto le está haciendo cruzar ciertas barreras que en un Estado democrático no son aceptables", afirma Morales.
Según el profesor, en un primer momento se criminalizaba la oposición interna a la guerra, como es el caso del periodista Ruslan Kotsaba, que está en la cárcel por hacer un vídeo criticando el conflicto y por animar a evadir reclutamiento.
Después vino la ley "anticomunista" que criminaliza el propio Partido Comunista y cualquier reivindicación de la memoria soviética, explica.
"Finalmente, estas sanciones son el último paso que ha dado Poroshenko: cruzan una línea roja, porque condenan la crítica de ciudadanos extranjeros", afirma.
Antonio José Rodríguez Pampliega, colaborador del diario El País y El Confidencial, y Ángel Sastre, de La Razón y El Confidencial, ya han sido eliminados de la lista de sanciones, según ha confirmado este jueves el Gobierno de Kiev.
Se da el hecho de que estos dos periodistas españoles se encuentran desaparecidos en Siria desde el pasado mes de junio.
Sin embargo, César Vidal, columnista del periódico conservador La Razón, continúa sancionado.
"Los periodistas en un Estado democrático no se les puede condenar por estar en un país cubriendo un acontecimiento", señala Morales.
Según el experto, es probable que tanto el Gobierno español, como los otros gobiernos de la Unión Europea cuyos periodistas han sido sancionados por cubrir la guerra ucraniana, "manifiesten de algún modo su protesta diplomática".