Las sanciones europeas y el veto alimentario que Moscú impuso en respuesta "han provocado una fuerte caída de la economía de Europa, de Hungría y de Rusia", algo que no interesaba a ninguna de las partes, según el político húngaro.
Desde la oposición, Jobbik llamó "al Gobierno húngaro que no apoyara la política de sanciones de Bruselas, pero se sumó a las restricciones, creo que no sin presiones de Occidente", lamentó Vona.
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El líder del partido húngaro dijo también que no descarta realizar un viaje a Crimea.
"Hemos hablado muchas veces de la posibilidad de esta visita y estoy abierto a ello, puesto que Crimea es para nosotros un ejemplo de cómo puede vencer la voluntad de autodeterminación", recalcó.