"Para venir aquí, un sirio necesita 1.000 y pico de dólares. Una familia necesita entre 7.000 y 10.000 dólares para viajar. No todos lo tienen, así que la mayoría trata de caminar durante tres o cuatro meses para llegar a algún lugar (más cercano), o cruzar en una balsa el mar Mediterráneo" hacia Europa, explicó.
La guerra en Siria desató la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y forzó a 4,6 millones de personas a huir de ese país en los últimos cuatro años.
Tema: Guerra en Siria
Brasil es el país de América Latina que ha recibido más sirios: 2.077, según el Comité Nacional para los Refugiados de ese país, dependiente del Ministerio de Justicia.
Argentina dio refugio a 233 sirios entre 2012 y 2014, aunque el número completo de solicitantes fue de 263 (30 no fueron aceptados), según datos de la Comisión Nacional para los Refugiados, dependiente del Ministerio del Interior.
En concreto, 50 sirios pidieron refugio en 2012, 122 en 2013, y 91 en 2014.
Siria, en todo caso, es el país con más refugiados aceptados en Argentina en ese lapso de tiempo, aunque hay otras naciones que registran mayores solicitudes de refugio, como India (202), Haití (265), Cuba (393), República Dominicana (457), Colombia (867) y Senegal (1.035).
El programa fue impulsado para permitir la entrada de sirios sin antecedentes penales y para reunificar a familias en un país en el que existe una gran comunidad de sirios-libaneses.
El Programa Siria tiene un año de duración, por lo que caducaría en octubre de 2015, pero "podrá ser prorrogado a criterio de la autoridad migratoria, mientras persista la situación de conflicto armado y la emergencia humanitaria prevaleciente en Siria", reza su texto.
Por el momento, los sirios aceptados a través de este programa pueden permanecer en el país durante dos años.
"El Programa Siria estipula que para que venga un refugiado tiene que tener un pedido de alguien que pueda darle vivienda y sustento. La mayoría de los que vinieron tenían algún familiar o conocido, ninguno vino solo", aclaró Brahim a Sputnik.
Brahim, expresidente de la Federación de Entidades Argentino-Árabes y del Club Sirio-Libanés de Buenos Aires, añadió que la colectividad ha intentando coordinar con sus contactos en Siria el envío de ayuda.
"Nosotros estamos recibiendo llamados y ofrecimientos por Internet de todo el país de gente que ofrece una habitación o una finca para darles vivienda y trabajo… Ahora viene el invierno, hay necesidad tanto de mantas como de alimento", destacó.
Al margen del Programa Siria, el municipio de Pilar (centro) se ha ofrecido ante la ONU para albergar a 50 familias de refugiados y darles terreno y trabajo.
De 22 millones de habitantes que tiene Siria, hay 11 millones entre desplazados y refugiados que han intentado llegar al Líbano, Turquía, y Jordania.
Brahim, quien nació en Siria pero vivió casi toda su vida en Argentina, señala que nunca dejó de tener contacto con su tierra de origen para mejorar las relaciones entre el mundo árabe con Argentina.
"Mi relación es casi semanal con mi familia que está viviendo allí, una familia grande entre primos, tíos e hijos de primos", señaló.
De todo su núcleo familiar, sólo él se fue del país para llegar a Argentina.
"El resto está allí. Hasta hace cinco años, el país vivía bien, tranquilo, con algunas dificultades y con opositores al Gobierno, pero no existía este extremismo. Ahora sólo quieren que termine la guerra y que Siria viva en paz, que dejen al pueblo sirio vivir tranquilo", indicó.
Añadió que "hay mucha gente que no se quiere ir porque no quiere dejar su casa y su familia. No es mejor morir en el camino por cruzar el Mediterráneo en una balsa, ni es mejor dejar todas las pertenencias de uno y vivir como un mendigo. La gente de Siria tiene dignidad", afirmó.