Después de más de 5.000 kilómetros sin aterrizaje, las naves arribaron al territorio sirio con 800 toneladas de artículos de primera necesidad, alimentos, colchones, mantas, camas, estufas, ropa de cama y cisternas de agua, así como otros utensilios imprescindibles para desplegar un campamento provisional para los damnificados.
Konashénkov aseguró que toda la carga se entregará a la parte siria para organizar un campamento para los refugiados que puede acoger hasta 1.000 desplazados.
Anteriormente Bulgaria cerró hasta el 24 de septiembre su espacio aéreo para los aviones rusos que transportan cargas humanitarias a Siria, acción a la que se unió Ucrania.
Se informó además que EEUU está intentando impedir que las naves aéreas rusas arriben a Siria a través de los espacios aéreos de Turquía e Irak.