El 15 de septiembre en Hungría empezará a regir una ley aprobada la semana pasada, según la cual el cruce ilegal de la frontera se calificará como delito y se penalizará con la cárcel o la deportación, también se recrudecerá el castigo a los contrabandistas que organizan el transporte de infractores.
De momento no está claro qué será de varios miles de refugiados que actualmente van vía Grecia, Macedonia y Serbia en dirección de Hungría si no logran cruzar su frontera hasta el 15 de septiembre.
Según testigos, Grecia, a la que los refugiados llegan desde Turquía, les deja pasar libremente por su territorio.
Desde comienzos de 2015 en la Unión Europea entraron unas 500.000 personas procedentes de Oriente Medio y África, se trata de la peor crisis de migración desde la II Guerra Mundial, según la Comisión Europea.