Anteriormente la Cancillería búlgara argumentó la medida por sospechas con el contenido de las cargas.
Desde Rusia han condenado esta decisión y la han calificado como "inhumana" y "miope".
"Con esta posición Bulgaria se une al bando de los detractores del sistema actual de las relaciones internacionales. El cierre del espacio aéreo para los aviones con ayuda humanitaria para el pueblo sirio es un acto inhumano y miope", subrayó Nikolái Lévichev, vicepresidente de la Duma rusa.
Occidente, sostuvo el legislador, no hace más que poner obstáculos a la lucha de Damasco contra los radicales del grupo Estado Islámico.
El senador ruso Vladímir Yabárov, también cuestionó a Bulgaria y tachó la prohibición como un "paso hostil" a favor de EEUU.
"Es una posición completamente hostil y lo hicieron para complacer a EEUU", remarcó Yabárov en declaraciones a la radio Habla Moscú.
La solicitud de Moscú a Bulgaria y Grecia de otorgarle un corredor aéreo para el traslado de esa ayuda humanitaria ha generado inquietud en Washington.
Fuentes diplomáticas griegas confirmaron el 7 de septiembre que la Embajada de EEUU había exigido al país anular los permisos de vuelo a las aeronaves rusas.
El Ministerio de Exteriores heleno ha apuntado que está estudiando la petición norteamericana.