Entre otras incongruencias y contradicciones, los investigadores rechazan en su informe el supuesto procedimiento para incinerar 43 cuerpos entre el 26 y 27 de septiembre del año pasado, que según las conclusiones de la Procuraduría General de México fueron quemados en un basurero, triturados y lanzados después a un río.
El análisis de un experto en fuegos lleva a los especialistas independientes a concluir que "los estudiantes no fueron incinerados en el basurero de Cocula".
La versión de la Procuraduría está basada en las confesiones de sicarios y policías de Cocula e Iguala, pero el grupo de expertos de la CIDH "desestima la declaración por ser técnicamente imposible".
Los expertos recomiendan "investigar la posible utilización de hornos de cremación", públicos o privados para cumplir ese procedimiento de incineración de los cuerpos.
El grupo de la CIDH solicitó el análisis del experto en ciencias del fuego, José Torero, graduado de la universidad de Berkeley, quien colaboró en el departamento de Fuego de la Universidad de Edimburgo, Escocia, y actual miembro del departamento de Ingeniería y Fuego de la Universidad de Hibila, Australia.
Torero acudió el pasado 12 de julio de este año al basurero donde un grupo de narcotraficantes del grupo autodenominado Guerreros Unidos habrían matado e incineraron a sus víctimas, según la conclusión del exprocurador Jesús Murillo.
"Este evento, tal como ha sido descrito (en la llamada "verdad histórica" de la PGR) no pasó", dijo el portavoz del grupo, Francisco Cox.
La presentación del informe ha sido hecha ante periodistas, familiares de los desaparecidos, líderes de organismos humanitarios, funcionarios de la OEA y el gobierno mexicano en la sede de la Comisión de DDHH de la Ciudad de México.
El estudio del experto en fuego –una faceta del informe- determinó que para quemar solamente un cuerpo se requeriría 700 kilos de madera o 310 kilos de neumáticos en una duración de 12 horas.
Y concluyó que para quemar los 43 cuerpos se habrían necesitado 30.100 kilos de madera o 13.300 kilos de llantas y la duración sería de 60 horas.
Uno de los sicarios confesos dijo que estuvieron 16 horas en el basurero de Cocula para quemar los cuerpos.
"Con base en esta investigación científica, el GIEI de la CIDH descarta esa afirmación", dijo Cox abogado chileno que trabajó en el caso de la extradición del fallecido exdictador Augusto Pinochet a España.
El nivel de radiación pudo haber alcanzado un nivel capaz de quemar la piel de quien se acercara a escasos metros de la fogata: "esto contraviene las declaraciones de los inculpados, quienes aseguran que después de seis horas de que iniciaron el fuego bajaron al basurero para colocar más combustible a la hoguera".
Además la madera de los árboles debió haber sufrido daños, que tardan en subsanarse varios meses, incluso años: "se hubiera tenido que generar en el lugar un incendio forestal que destruyera toda la zona", dicen los expertos de la CIDH.
Otras partes del informe señala que un grupo de militares acudió a un centro médico donde algunos heridos habían sido trasladados: "nos dijeron que así como habíamos sido buenos para hacer destrozos que nos aguantáramos y tuviéramos pantaloncitos", dijo un estudiante herido, pero los militares no dieron testimonios a los expertos, por decisión de la Defensa Nacional.
El grupo de expertos lo integran figuran notables en la defensa de los derechos humanos en el continente, fogueadas en casos históricos, como el proceso contra el dictador chileno Augusto Pinochet, los conflictos armados internos en Colombia, Guatemala y Perú, comisiones de la verdad en Ecuador y Paraguay, y la defensa de las víctimas del paramilitarismo y el narcotráfico.