"¿Acaso puede estar muriéndose de hambre alguien que ha pagado 5.000 euros a un contrabandista?", interrogó a los oyentes el líder eslovaco.
El titular destacó que el 99 por ciento de los refugiados lo componen hombres jóvenes que llegan a Europa en busca de nuevas oportunidades.
Para el primer ministro eslovaco resulta imposible "abrir los brazos" a personas que cruzan ilegalmente las fronteras y buscan una mejoría económica.
"Gran parte del mundo está actualmente inestable, sobre todo Libia y Siria", indicó, añadiendo que es la ONU la que debe tratar de solucionar el problema mediante un mandato del Consejo de Seguridad, y no la OTAN, que sigue armando a los opositores sirios.
La víspera la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia rechazaron unánimemente las cuotas obligatorias de reparto de los refugiados que están llegando a Europa y abogaron por el "control efectivo" de las fronteras exteriores de la UE.
Por su parte, Fico señaló el pasado viernes que su país está dispuesto a acoger unas 300 familias, preferentemente de cristianos sirios.