En 2014, España se situó entre los diez países que menos protección internacional proporcionó, con solo 1.585 solicitudes aceptadas, una cifra muy inferior a la media europea.
El Ejecutivo que preside el conservador Mariano Rajoy no está reaccionando a la altura de las circunstancias, denuncian muchas organizaciones de derechos humanos.
"El Gobierno español no se está mostrando solidario y comprometido con las personas refugiadas, ya lo demostró con las prácticas de devoluciones ilegales en las fronteras de Ceuta y Melilla", en referencia a ciudades autónomas españolas en el norte de África, señala Nuria Díaz a Sputnik Nóvosti, coordinadora de Incidencia de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
La inacción "se demuestra también ahora con el rechazo de la propuesta de mínimos de asilo de la Comisión Europea".
Mientras países como Francia y Alemania han aceptado, e incluso reforzado, la propuesta de mínimos de la Comisión Europea, España la ha rechazado y reducido a menos de la mitad, acogiendo a 2.749 personas frente a las 5.837 propuestas.
"Consideramos que no hay excusas, que el Gobierno debe dejar de poner condicionamientos a la gestación de una propuesta de mínimos que ni siquiera llega a cubrir la totalidad de los refugiados que llegan a las costas europeas, ¿cómo vamos a decir que somos un país ejemplo de solidaridad y de compromiso con las personas refugiadas si ni siquiera aceptamos los mínimos?", se pregunta Díaz.
En 2014 se produjo un aumento de las solicitudes de asilo en España motivada por los conflictos de Siria y Ucrania, aunque las cifras de solicitantes son muy bajas con respecto a otros países de Europa.
"En 2014, los últimos datos de balance que tenemos, en España se presentaron menos del 1 por ciento de todas las solicitudes de la UE", asegura Díaz.
De estas peticiones, el Ejecutivo español sólo aceptó el 44 por ciento: 2 por razones humanitarias, 384 por el estatus de refugiado y la mayoría, 1.199, por protección subsidiaria, según datos del Ministerio de Interior y CEAR.
"España acepta pocas solicitudes de asilo", los criterios de concesión "son muy restrictivos".
Desde CEAR "ya lo hemos denunciado en muchas ocasiones", se lamenta Díaz.
Incluso "se crean refugiados de primera y de segunda, y esto no debe ser así, se debe otorgar protección internacional a todos aquellos y aquellas que la necesiten", explica la portavoz a esta agencia.
En el centro o norte de Europa las peticiones de asilo aumentan hasta las 843 demandas por cada 100.000 habitantes, como en el caso de Suecia, o hasta las 251 por cada 100.000 en Alemania.
A pesar de las diferencias en el número de peticiones, el Ejecutivo de Rajoy solo aceptó 3 peticiones de asilo por cada 100.000 habitantes, frente a las 18 de Grecia, las 318 de Suecia o las 50 de Alemania, por cada 100.000 habitantes en 2014.
En lo que va de año las cifras también son de lo más dispares.
"Hasta el momento se han recibido 6.202 peticiones de asilo, se registra un gran aumento respecto a las cifras de años anteriores", señala a Sputnik Nóvosti un portavoz del departamento de comunicación del Ministerio de Interior.
Sin embargo, el Ministerio no concreta el número de peticiones aceptadas o en estudio hasta el momento.
"El balance se hará de nuevo a finales de año", apunta.
El perfil de las personas que entran de forma irregular por las fronteras españolas ha cambiado en el último año.
"Llevamos viendo desde hace un año cómo el perfil de las personas que llegan a España ha cambiado: los flujos son cada vez más mixtos, con migrantes, refugiados y personas en situación de especial vulnerabilidad, mayoritariamente personas que proceden de Siria", explica Díaz.
La ruta de los Balcanes representó en 2014 un 15 por ciento, la ruta este por Grecia y Turquía acapara un 18 por ciento y la ruta central, por el Mediterráneo, representa el 61 por ciento del total.
Los altos requisitos del Gobierno español podrían ser una de las causas de la escasa petición de asilo.
"Son diversos los factores que influyen en las bajas cifras de solicitudes en España respecto a otros países: los fallos en las políticas de integración, los altos requisitos para obtener el asilo o las políticas de refuerzo de fronteras que impide la solicitación de refugio", explica la portavoz de CEAR.
La escasa solidaridad de España con este tema se reproduce también en el terreno económico.
Según un informe de 2014 de Amnistía Internacional, el Ejecutivo español gasta 30 veces más dinero en control de fronteras que en ayudar a los refugiados.
Díaz cree que asistimos a una "deshumanización de las políticas de migración y asilo y una criminalización de las personas migrantes y refugiadas" que no se debe "tolerar en una sociedad democrática".
Varias ciudades españolas se han unido esta semana para crear una "red de ciudades refugio".
Las candidaturas ciudadanas que gobiernan desde las pasadas elecciones, apoyadas por Podemos y otros partidos de izquierdas, distintas ciudades españolas ya están trabajando para organizar la acogida de refugiados.
Los alcaldes de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Santiago de Compostela, entre otros municipios, se reúnen mañana en la capital catalana para concretar la campaña "Refugiados y refugiadas, sois bienvenidos" y coordinar la acogida de estas miles de personas que huyen de las guerras.