Este viaje es una muestra al mundo de la crisis que se vive en la región y de la disposición de Santos de "orientar procesos que disminuyan las duras condiciones de aquellos colombianos que han tenido que salir de Venezuela", dijo a Sputnik Nóvosti el analista Alonso Ojeda, exembajador en Hungría y exdirector del Programa de Paz de la Universidad Pedagógica Nacional.
Al tiempo, se capacita a una ciudad como Cúcuta a hacer frente a una situación aguda de deportaciones masivas, añadió Ojeda, vicepresidente del Comité Permanente por los Derechos Humanos.

El encuentro busca que los convocados "constaten directamente lo que está sucediendo" en la frontera, según manifestó el propio Santos en una intervención televisiva en la noche del martes.
En ese discurso el mandatario sostuvo que según la Organización de las Naciones (ONU), 11.000 colombianos se encuentran afectados a raíz de las medidas adoptadas por el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
La visita a Cúcuta se da luego de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) rechazó el lunes el pedido de Colombia de que se convocara a una reunión extraordinaria de cancilleres para discutir la crisis fronteriza, el cual fue catalogado como un "desastre diplomático" incluso por Santos.
El mandatario también señaló que su Gobierno recurrirá a la ONU y a la Organización Internacional de Migraciones para hacer más visible la problemática.
Asimismo el fiscal general, Eduardo Montealegre, "está considerando seriamente presentar una denuncia ante la Corte Penal Internacional contra miembros de la cúpula civil y militar del Gobierno venezolano que podrían ser responsables por crímenes de lesa humanidad consagrados en el Estatuto de Roma", señaló Santos en su alocución.
El analista Ojeda precisó que la solución a la crisis pasa por la diplomacia, al tiempo que compartió las palabras del embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, quien en diálogo con Caracol Radio señaló el que las diferencias no se resolverán con ayuda de un tercero.
"Somos hermanos, en momento de disgustos la solución no es acudiendo a terceros, tenemos que arreglarlos nosotros mismos; las emociones no pueden desviarnos del camino que debemos recorrer para encontrarnos", precisó Chaderton.
Maduro decidió el pasado 19 de agosto cerrar los pasos fronterizos con Colombia y Venezuela, después de que tres militares y un civil resultaron heridos en un ataque de supuestos contrabandistas en la zona limítrofe, alegando a la necesidad de luchar contra el contrabando y la inseguridad en esta frontera.
Dos días después, el jefe del Ejecutivo venezolano decretó el estado de excepción en la zona y dispuso la deportación de más de 1.000 colombianos.