En concreto, el aumento de la producción en los 54 pozos del "presal", región costera entre los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo, supuso un 8,4 por ciento respecto a los datos del mes de junio, situando el volumen total producido en Brasil en los 3,066 millones de barriles de óleo equivalente por día, de los cuales 2,486 millones de barriles fueron de petróleo y 95,3 millones de metros cúbicos de gas.
En comparación con el mismo mes de 2014, el aumento del petróleo producido se sitúa en el 8,8 por ciento, mientras que el aumento en el gas natural alcanzó el 8,5 por ciento.
El 92,5 por ciento del petróleo y gas natural extraídos en Brasil correspondieron a la semiestatal Petrobras, la cual obtiene el 93,5 por ciento de su producción de petróleo y el 76 por ciento de su producción de gas de yacimientos marinos.
En cuanto al récord de producción en el mes de julio el "campo de Roncador", situado en el sector de la cuenca de Campos, obtuvo el mayor de los rendimientos con 371.100 barriles de petróleo por día mientras que el "campo de Lula" alcanzó un récord de producción de gas natural con 14,3 millones de metros cúbicos diarios.
El pasado mes de agosto un estudio publicado por el Instituto de Petróleo y Gas de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (INOG-UERJ) desveló que la región podría albergar unas reservas de al menos 176.000 millones de barriles de petróleo y gas, una cifra que cuadriplica la cifra de 40.000 millones que maneja en la actualidad el gobierno brasileño.
Sin embargo, el mismo instituto apunta a que la estimación resulta cuanto menos "conservadora" y que las verdaderas reservas del presal podrían situarse en unos 273.000 millones de barriles, con el único inconveniente del altísimo coste de su explotación al localizarse a grandes alturas en alta mar, un problema que muchos especialistas achacan a la falta de inversión extranjera en los pozos debido al fuerte proteccionismo de Brasil con sus reservas.