El informe alerta de la desigualdad de fuerzas "entre las organizaciones de la sociedad civil y estas corporaciones, que cuentan con 176 lobbistas y hasta 113 pases de libre acceso al Parlamento Europeo, frente a los 48 agentes registrados por los colectivos civiles", explica el diario.
El documento de este observatorio que vigila la actuación de las multinacionales afirma que "las grandes farmacéuticas están utilizando el TTIP como una oportunidad para cimentar mayores periodos de monopolio, precios de medicamentos más altos y nuevas medicinas con limitado valor terapéutico".
Así GlaxoSmithKline invirtió entre 150.000 y 199.000 euros durante 2014 en acciones de lobby, mientras que Bayer gastó 2.460.000, aunque en esta partida se incluyen sus gastos en otras áreas como la de los pesticidas-, según datos del pasado mes de abril.
Según el estudio, las farmacéuticas presionan para impulsar el TTIP intentando prolongar el periodo de concesión de patentes y combatir a los medicamentos genéricos.
CEO apunta también que "las empresas buscarían reducir aún más la transparencia sobre los ensayos clínicos de los nuevos fármacos —que ellas mismas realizan-, y en definitiva presionar para lograr la armonización de estándares de seguridad y de protección del consumidor a la baja que temen los detractores del TTIP", informa el diario.
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El documento advertía de que este sector multiplicó por siete su presencia en reuniones sobre este acuerdo. El informe actual denuncia también las facilidades de acceso de las transnacionales al Ejecutivo comunitario.
Bruselas se muestra mucho más reticente a la hora de reunirse con representantes de la sociedad civil, como aparece en los registros oficiales sobre el TTIP, "que certifican que un 83 por ciento de las reuniones de la Comisión al respecto tuvieron a las empresas como protagonistas", recuerda el diario.