Según Szijjártó, "la conferencia podría celebrarse a inicios de octubre".
Hungría, que comparte fronteras también con varios países que no forman parte de la UE, registró el pasado 26 de agosto un récord de 3.241 migrantes que llegaron al país desde Serbia.
La víspera, los migrantes asaltaron los trenes que proseguían desde Budapest a Alemania y Austria, por lo que las autoridades de Hungría tuvieron que cerrar la estación ferroviaria de Budapest y suspender la circulación de trenes.
Anteriormente, el canciller federal austriaco, Werner Faymann, acusó a Budapest de no cumplir con lo estipulado por las leyes de la UE, provocando un flujo descontrolado de inmigrantes al territorio de Austria, en particular propició la llegada de dos trenes con 3.650 refugiados a Viena.
El jefe del Gobierno de Austria solicitó anteriormente una "solución política" a la crisis migratoria en Europa y reconoció que espera que no sea como en Hungría, país que ha erigido un muro de alambre en su frontera.
Para Szijjártó, Hungría recibe esas críticas por ser uno de los pocos países que "toma medidas efectivas", y la acusación de que permite a los inmigrantes atravesar su territorio libremente no se corresponde a la realidad.
Según datos de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), unos 340.000 inmigrantes llegaron a la Unión Europea en los primeros siete meses de 2015. La Organización Internacional para las Migraciones informó que más de 2.500 personas murieron en lo que va del año al tratar de cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa.