En un giro inesperado, Cardoso rectificó su mensaje en la red social Facebook del pasado 17 de agosto, en el que aseguró que la renuncia de Rousseff sería considerada como "un gesto de grandeza".
Según Cardoso, sus palabras fueron "malinterpretadas" y la intención de su mensaje no era otra que, ante la situación de crisis, Rousseff debería "renunciar o gobernar".
En este sentido, los ataques al expresidente Lula, quien derrotó a Cardoso en las presidenciales de 2003 dando inicio a 12 años del PT en el Gobierno de Brasil, también se reflejaron en los comentarios de Cardoso, quien no ocultó su satisfacción por el enorme muñeco hinchable de Lula vestido de presidiario que atravesó las calles de Sao Paulo en las protestas antigubernamentales del 16 de agosto.
"Con la metáfora del muñeco presidiario, Rousseff, aunque personalmente pueda salvarse, sufre la contaminación de las fechorías de su patrón y ha perdido las condiciones para gobernar", llegó a escribir Cardoso en Facebook aquel 17 de agosto, dejando entrever que sus ataques estarían más centrados en evitar la hipotética vuelta del Lula da Silva en las presidenciales de 2018 que en deteriorar su relación con Rousseff.