Considerado como el "hombre fuerte" del gobierno durante los primeros años del primer mandato del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2005), Dirceu tuvo que abandonar su cargo como ministro de Casa Civil en junio de 2005 después de ser vinculado por la Justicia del país con el escándalo de las mensualidades o "Mensalao".
Según los argumentos del Ministerio Público Federal de Brasil (MPF) el exministro del PT sería responsable de haber participado en los delitos de fraude, corrupción activa, desvío y blanqueo de capitales cometidos por la red de corrupción en torno a la petrolera semiestatal Petrobras que, según las investigaciones, habría desviado al menos unos 11.400 millones de reales de dinero público (unos 3.121 millones de dólares) a través de una red de 17 empresas.