Según Zeman, las causas principales de la crisis migratoria son la desestabilización de algunos Estados en África y en otras regiones del mundo, así como el hecho de que aquellas personas que se han asentado en Europa pretenden llevar también a sus parientes o amigos.
Zeman denunció que "aparte de las llamadas a reforzar el control en las fronteras externas de la Unión Europea" no hubo acción alguna para acabar con la crisis.
El presidente checo considera que su país tiene que por sí mismo que controlar la situación en sus fronteras, incluida la opción de involucrar al Ejército.
Añadió que la ayuda a los migrantes es una iniciativa exclusivamente voluntaria y debe ser dirigida, en primer lugar, a mejorar la situación en los países desde donde provienen los migrantes.
En ese sentido, Zeman defendió la decisión de su Gobierno de rechazar la propuesta de la Comisión Europea de introducir nua cuota obligatoria para acoger a los refugiados.
Según datos de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), unos 340.000 inmigrantes llegaron a la Unión Europea en los primeros siete meses de 2015. La Organización Internacional para las Migraciones informó que más de 2.500 personas murieron en lo que va del este año al tratar de cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa.