Añadió durante el vuelo los especialistas rusos se encontrarán a bordo para controlar el uso de los equipos de vigilancia.
“El avión C-130H no porta armamento; la aeronave y los equipos instalados pasaron una certificación internacional, con la participación de expertos rusos, lo que excluye uso indebido de las tecnologías”, precisó Rizhkov.
El Tratado de Cielos Abiertos fue firmado en 1992, entró en vigor 2002 y tiene como objetivo prevenir agresiones repentinas contra países vecinos y fomentar las medidas de confianza.
El documento autoriza a los observadores militares de los países miembros –la mayoría de los países de la OTAN así como Bielorrusia, Bosnia-Herzegovina, Finlandia, Georgia, Rusia, Suecia y Ucrania– obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en Lejano Oriente ruso.