El presidente de la institución con sede en Ginebra, Peter Maurer, ha señalado que cientos de miles de civiles sufren la muerte, heridas o desplazamientos forzados en conflictos alimentados por esas transferencias ilegales de armas en el mundo.
El CICR ha expresado en particular su profunda preocupación acerca de las amenazas a la asistencia médica y humanitaria que plantean esas armas ilegales en zonas afectadas por conflictos o situaciones de violencia, como la República Centroafricana, Siria, Irak y Sudán del Sur.
"Me preocupa la brecha entre el deber de hacer respetar el derecho internacional humanitario en el ámbito de las transferencias de armas y la transferencia de ese armamento que numerosos Estados aplican en la realidad", manifestó Maurer en un discurso a la reunión de los Estados Partes en el TCA, que se celebra en la ciudad recostada en las costas al Caribe mexicano.
El CICR es testigo de este fenómeno en muchos países, "en los cuales presenciamos las terribles consecuencias para los civiles de la disponibilidad generalizada de armas y de su uso indebido", dijo Maurer.
"Si los Estados se adhieren al Tratado pero siguen transfiriendo armas a las fuerzas beligerantes con antecedentes de haber cometido crímenes de guerra o violaciones graves de los Derechos Humanos, la finalidad humanitaria y la credibilidad del TCA quedarán considerablemente desprestigiadas", dijo el presidente del CICR.
Ésta es la primera conferencia de Estados Partes que se celebra para examinar el Tratado, cuya entrada en vigor tuvo lugar en diciembre de 2014.
Los países que participan en la reunión global deben adoptar una decisión respecto de los mecanismos necesarios para implementar el acuerdo.
Maurer exhortó a aplicar un elevado nivel de transparencia y sistemas de control nacionales eficaces para "limitar la disponibilidad de armas convencionales y poner fin a su desviación hacia mercados ilícitos".
El TCA ha sido suscrito por 59 Estados y ratificado por un total de 72, y abarca desde armas pequeñas y municiones hasta tanques de combate, aviones de combate y buques de guerra.
Ese negocio de unos 100.000 millones de dólares anuales, está en la mira del organismos humanitarios que participan en la primera conferencia de Estados partes del recién creado TCA, que inicia en Cancún una sesión de dos días, presidida por México.
En América, ya han ratificado el tratado Argentina, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, México, Panamá, Paraguay y Uruguay, mientras que Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Perú, EEUU son signatarios.