En Brasil es muy común que las embarazadas marquen en la agenda su parto con los médicos, para garantizar así que su hijo nacerá en un día y una hora determinados, algo que si en el sistema público de sanidad es muy común en el sistema privado es casi la regla, pues es el 88% de los casos, según datos del propio ministerio.
"Es un problema de salud pública extremadamente grave", ha dicho Chioro, resaltando que una cesárea mal indicada trae 120 veces más riesgos de prematuridad en los niños, puede aumentar un 24% el riesgo de mortalidad neonatal y triplica el riesgo de mortalidad materna.
En opinión del ministro los datos actuales son una exageración porque "se agendan los partos de manera inaceptable para atender unos intereses que no son los de la naturaleza"; ha dicho, en referencia a muchos médicos que acumulan varios partos en un día para tener días libres o para poder trabajar en varias clínicas.
Según un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz la tasa de cesáreas en Brasil aumenta un 2% anualmente, con lo que el país sudamericano es, junto con China y Chile, uno de los países del mundo que más realiza este tipo de intervenciones.