Los ministros del Interior de Reino Unido y Francia, Theresa May y Bernard Cazeneuve, dieron también su consentimiento a la creación de un puesto integrado policial en la villa costera francesa.
Las nuevas medidas se contienen en una declaración conjunta, que ambos ministros firmaron en Calais este jueves.
Fuerzas policiales de Reino Unido se unirán por primera vez a los agentes británicos de inmigración que supervisan visados y solicitudes de asilo en la "frontera yuxtapuesta" de Calais desde 2015.
El plan anglo-francés desvelado hoy contempla también la instalación de oficinas de inmigración a "una considerable distancia" de la misma villa francesa en prevención de la cadena de incursiones de refugiados en las instalaciones de Eurotunnel, que se han registrado a lo largo del verano.
El programa cuenta con una aportación adicional de Reino Unido de cinco millones de euros en los dos próximos años para agilizar el procesamiento de inmigrantes en Calais, el punto más próximo a la isla británica.
Ambos gobiernos se comprometieron a revisar la situación en otras localidades costeras francesas, donde se sospecha que también operan traficantes humanos, incluidos individuos "con acento inglés".
De acuerdo con May, Londres ha abierto conversaciones adicionales con los gobiernos de Bélgica y Holanda en prevención del desplazamiento hacia el norte europeo de migrantes que apuntan a Reino Unido como destino final de su periplo en busca de una vida mejor.
La Comisión Europea celebró el programa de cooperación entre Reino Unido y Francia pero advirtió en un comunicado que la migración requiere "soluciones a largo plazo, no solo una gestión de las emergencias".
Los gestores comunitarios recalcaron la necesidad de acordar un "mecanismo permanente" de reparto de refugiados y migrantes entre los 28 Estados miembros, además de un "estricto" sistema de aplicación y cumplimiento de las normativas de la UE y la apertura de "canales legales" migratorios.