La parlamentaria autonómica, que cumple 34 años a finales de agosto, cosechó la mayoría de los más de 20.000 votos de afiliados, sindicalistas y simpatizantes registrados al norte de la frontera con Inglaterra en estas primarias regionales.
Su victoria sobre el más veterano político escocés, Ken Macintosh, estaba prácticamente cantada, según los sondeos, pero la tarea que le aguarda es colosal.
El calendario de la recuperación es muy ajustado, con las autonómicas a celebrarse en mayo de 2016 sin perspectivas, de momento, de una caída en la popularidad del Partido Nacional de Escocia (SNP; en sus siglas en inglés).
Con Nicola Sturgeon al frente del gobierno autonómico, los independentistas controlan el Parlamento de Edimburgo y forman el tercer grupo parlamentario en Westminster, con 58 de los 59 escaños escoceses.
"Estamos cambiando. Yo formo parte de la nueva generación y vengo sin el fardo del pasado", dijo la dirigente laborista escocesa al confirmarse su nombramiento.
Dugdale está llamada a colaborar con el líder nacional que se decidirá el próximo 12 de septiembre. El izquierdista Jeremy Corbyn encabeza los sondeos sobre sus rivales centristas, Andy Burnham e Yvette Cooper, y la ´blairista´ Liz Kendall.
Corbyn, de 66 años, quiere suspender el programa nuclear militar de Reino Unido, cuya flota de submarinos tiene la base en Escocia, y apuesta por el fin de la austeridad y la renacionalización de las compañías de energía y del ferrocarril.
Coincide en estos puntos de su programa con el SNP, pero su rechazo de la independencia de Escocia puede ser un serio impedimento para recapturar a los votantes laboristas que huyeron del partido en los últimos años.