"No se trata de casos aislados, es un problema que tiene que ver, principalmente, con la carencia de educación", aseguró Claudia Sanabria, encargada de Promoción de Derechos del Ministerio de Salud paraguayo.
"Las niñas tienen derecho a vivir libres de violencia", añadió.
La funcionaria sostuvo que "estamos aprovechando para poner en escena el tema de la sexualidad en la educación, porque muchas veces (las niñas) llegan a la adolescencia sin saber qué es una relación sexual o cómo nacen los niños. Saber eso no las exime de ser violentadas, pero conocer su cuerpo les permite decir más veces no".
La menor se encuentra ahora en el albergue de la Cruz Roja en Asunción, donde recibe asistencia psicológica y control prenatal, entre otros cuidados.
"No tiene ningún familiar, está solita con nuestra asistente", y el responsable "sería aparentemente el padre biológico", contó el director médico de la Cruz Roja, Mario Villalba, a radio Monumental.
El médico deploró la situación que padecen muchas niñas y aseguró que "lastimosamente" en el centro asistencial ya están acostumbrados a tener un "alto porcentaje de menores que terminan embarazadas tras sufrir abusos".
En el albergue, que tiene capacidad para 20 menores, se encuentran alojadas otras cuatro niñas encintas, con edades de entre 12 y 16 años.
Con ellas "trabajamos herramientas de fortalecimiento para prepararlas para el futuro, son muy jóvenes y tienen mucho por delante, por eso tratamos de darles la mayor cantidad de herramientas que les sean útiles", dijo a Sputnik Nóvosti el director de Comunicación de la Cruz Roja, Marcelo Bater.
Meses atrás, el embarazo de otra niña de 11 años, presuntamente violada por su padrastro, desató una polémica nacional e internacional sobre su derecho a interrumpir esa gestación.
Este jueves se le practicó una cesárea a la menor, y su salud y la de su bebé son buenas, dijo Bater.
"Tras un embarazo de 37 semanas, se programó la cesárea para este jueves y todo ha salido bien", abundó.
"La niña se encuentra en una habitación con el bebé y con su madre. Después será la jueza quien determine si vuelve a casa de su madre o si continúa en el albergue de la Cruz Roja", donde puede permanecer hasta 45 días, explicó Bater.
El padrastro, supuesto autor de la violación, está recluido en el penal de Tacumbú, en Asunción.
La madre de la niña, a quien las autoridades negaron la solicitud de interrumpir el embarazo de su hija, está en libertad condicional por su presunta complicidad en el abuso sexual y por violación al deber de cuidado.
Pero el Estado rechazó el pedido de aborto argumentando que habían sido adoptadas "todas las medidas para evitar la impunidad de este hecho ilícito (la violación) y garantizar la vida e integridad de la niña embarazada y el prenatal", señaló el diario Última Hora.
La funcionaria de la cartera de Salud, Claudia Sanabria, dijo a Sputnik que "tenemos una legislación restrictiva en la que el aborto está penado en todas sus formas".
"Lo que hay es una excepción a la pena cuando la vida de la madre está en riesgo", observó.
En este caso, concluyó Sanabria, una junta médica determinó que la gestación podía seguir su curso.