La investigación, que preside sir John Chilcot, se puso en marcha en 2009 y a día de hoy no hay aún una fecha prevista para la publicación de sus conclusiones.
Sir John justifica el retraso en políticos y otros involucrados en la toma de decisiones que han sido criticados en el informe, a los que se les dio la oportunidad de rebatir pruebas o testimonios en su contra.
Familias de 29 soldados muertos en la invasión de Irak de 2003, que llevó al derrocamiento del presidente Sadam Hussein, han remitido una carta a Chilcot exigiendo un calendario concreto de la conclusión del largo proceso.
Los familiares plantean, a través de sus abogados, que es ilícito extender ilimitadamente el plazo dado a los criticados para objetar las conclusiones preliminares respecto a su actuación en los preparativos o planificación de la guerra.
Y advierten a Chilcot que recurrirán al Tribunal Superior si no obtienen una garantía de que el informe se publicará en diciembre de 2015 a más tardar.
El panel investigador concluyó los testimonios orales en 2011 y se estima que todo el proceso costará al contribuyen de Reino Unido en torno a 10 millones de libras (unos 14 millones de euros).