"Ante perspectivas de expansión de la economía estadounidense menores que las previstas, la reducción de la plataforma de producción de petróleo y el moderado dinamismo de la demanda interna, el pronóstico para la tasa de crecimiento del PIB de México para 2015 se revisa de entre 2,0 y 3,0 por ciento en el informe (trimestral) previo a un intervalo de entre 1,7 y 2,5 por ciento", indica el informe oficial.
Este es el cuatro trimestre que el banco central mexicano reduce su expectativa, luego de que la proyección previa había marcado un rango de 2,0 a 3,0 por ciento, que ha sido recortada de nuevo por la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) que encabeza el gobernador Agustín Carstens.
Por otra parte, el regulador mantuvo sus proyecciones económicas anteriores para 2016, con un rango estimado de crecimiento del país de 2,5 a 3,5 por ciento, en base al segundo informe trimestral de 2015.
El último ajuste a la baja de la estimación del crecimiento económico del país, afectado por la caída de los ingresos petroleros a casi la mitad en un año, fue hecho por la secretaría de Hacienda a finales de mayo, a un rango esperado de 2,2 y 3,2 por ciento, mientras que la Cepal lo ubicó en 2,5 por ciento, arriba de la media latinoamericana de 0,5 por ciento, región afectada por retrocesos en otros dos productores petroleros como Brasil (-1.5 por ciento) y Venezuela (-5,5 por ciento).
En cuanto al pronóstico para la inflación anual, el Banco Central se mantiene sin cambio alrededor de 3,0 por ciento, y las previsiones para el crecimiento del número de trabajadores registrados en el seguro social bajaron de entre 580.000 y 680.000, a una proyección de 560.000 y 660.000 al cierre de 2015 (20.000 puestos de trabajo menos en promedio).
Inclusive, en el trimestre abril-junio, "la inflación alcanzó niveles mínimos históricos y se mantiene por debajo de la referida meta, donde se anticipa que permanezca durante el resto del año", dijo Carterns al presentar el informe.
En el ámbito externo, un incremento en la tasa de fondos federales estadounidenses en respuesta a mejores perspectivas económicas esperada en EEUU "tenderá a favorecer a la economía mundial y particularmente a México", dice el informe.
Sin embargo, advierte el informe, "la incertidumbre sobre el inminente inicio de la normalización de la política monetaria en EEUU, junto con la situación económica en Grecia, los problemas en los mercados financieros en China y la disminución en los precios de las materias primas, en particular del petróleo, contribuyeron a elevar la volatilidad en los mercados financieros internacionales".
Esos problemas esperados se suman a "una menor plataforma de producción de petróleo en México (alrededor de 2,2 millones de barriles diarios de crudo), dio lugar a que el peso mexicano registrara una depreciación considerable frente al dólar estadounidense", que supera el 10 por ciento de devaluación acumulada en lo que va de 2015.