La joven de 17 años pasará por un rito llamado 'agnipariksha' o 'prueba de fuego', durante el cual tendrá que llevar en su cabeza una roca de 40 kilogramos para probar su pureza, según el reporte.
El rito se conoce desde los tiempos del Ramayana, poema hindú en el que la reina Sita fue secuestrada y luego rescatada.
Para capturar al agresor sexual, la policía usó como cebo a la propia víctima, violada por segunda vez.
El tribunal de Guyarat negó a la adolescente el derecho a abortar, argumentando que ya estaba de 25 semanas y la legislación india permite estas operaciones solo hasta la semana 20.
La familia recurrió el fallo ante el Supremo indio y este autorizó la operación, siempre y cuando se demuestre el riesgo del embarazo para la vida de la menor.
El número de las violaciones en India aumentó durante los recientes años. Solo en los dos primeros meses de 2015, según The Times of India, la policía de Nueva Delhi registró 300 denuncias de violación y 500 de abuso sexual.
A menudo a las mujeres las dejan morir en las carreteras después de violadas.