La operación fue autorizada la víspera después de que un equipo médico determinara que el embarazo supone un grave riesgo para la vida de la menor.
La adolescente, residente en el estado de Guyarat y estudiante de secundaria, fue violada en febrero pasado por un médico al que acudió para un chequeo.
El agresor, que drogó a su víctima para que no opusiera resistencia, le amenazó para que no contara lo sucedido, por lo que la familia de la niña supo de ello solo cuando se comprobó que estaba embarazada.
Actualmente, el violador está detenido.
No obstante, un tribunal de Guyarat negó a la adolescente el derecho a abortar, argumentando que ya está de 25 semanas y la legislación india permite estas operaciones solo hasta la semana 20.
La familia recurrió el fallo ante el Supremo indio y este autorizó la operación, pero siempre y cuando se demuestre el riesgo del embarazo para la vida de la menor.
La India endureció la ley del aborto en 1994 para acabar con el desequilibrio entre hombres y mujeres provocado por los llamados abortos selectivos.