El libro titulado "Zona de conflicto" reúne 168 instantáneas captadas por Stenin entre 2010 y 2014 durante sus viajes de trabajo a países como Ucrania, Líbano, Siria, Egipto, Turquía, Libia o Kirguistán.
"Las fotografías de Andréi Stenin siempre son un descubrimiento; escogiendo una toma y un momento, el maestro cada vez hacía un descubrimiento para compartirlo con nosotros", destacó Dmitri Kiseliov, director general de Rossiya Segodnya, en vísperas de la presentación del libro.
"El ángulo, la luz, la dinámica, la idea, la imagen, el mensaje, todo eso captado en una fracción del segundo para ser inmortalizado", agregó.
Andréi Stenin fue un verdadero profesional que "dio su vida por poder ofrecer la información", recalcó Kiseliov.
Stenin comenzó su trayectoria en el periodismo como autor de reportajes de texto; al convertirse posteriormente en un periodista de guerra, seguía escribiendo relatos bélicos intensos, pero sin publicarlos.
Siendo reportero gráfico de Rossiya Segodnya, no solo enviaba a la redacción imágenes desde Siria, Libia o Donbás, sino que también dictaba noticias, y gracias a ello los suscritores de la agencia han podido ser los primeros en conocer la realidad en esas y otras zonas de conflicto.
"Cuando vino a la agencia, era un chaval de semblante serio, pero con una sonrisa radiante. Y se fue siendo un hombre de mirada sabia, tan solo unos años después", recordó a su vez Alexandr Shtol, director del Departamento de Información Gráfica de Rossiya Segodnya.
Andréi Stenin, de 33 años, falleció el 6 de agosto de 2014 cuando el vehículo en que viajaba fue ametrallado y quemado en una carretera cerca de Donetsk.
No obstante, la muerte del fotógrafo no se confirmó hasta casi un mes más tarde, después de que Rossiya Segodnya lanzara una campaña internacional de búsqueda de su periodista, al que se creía desaparecido.
El Gobierno ruso otorgó a Stenin a título póstumo la Orden del Valor por el heroísmo en el ejercicio de sus funciones profesionales.