Para la segunda convocatoria de la Ronda Uno, la CNH ha anunciado este martes la reducción la garantía corporativa requerida a las petroleras y otras concesiones en materia contractual, que ha sido la principal queja de las petroleras extranjeras que han vuelto 77 años después de la nacionalización petrolera de 1938.
El anuncio es el primer resultado de la decepcionante primera convocatoria de la Ronda Uno del 15 de julio, cuando sólo dos de 14 campos ofertados fueron asignados para exploración y producción, cuando el Gobierno mexicano se había planteado un mínimo de cinco bloques contratados en esa fecha.
Juan Carlos Zepeda, comisionado presidente de la CNH ha anunciado nuevas alternativas: "es un paquete de garantías más abierto con nuevos instrumentos, buscando la flexibilidad para que los inversionistas puedan cumplir con las garantías que requiere el Estado".
La segunda fase de la licitación comprende nueve campos en aguas someras del Golfo de México ofrecidos en cinco contratos en un concurso programado para el 30 de septiembre; pero a diferencia la primera convocatoria, estos campos tienen el atractivo de contener reservas petroleras probadas y posibles; y no sólo estudios prospectivos como ocurrió en la primera convocatoria.
En la Ronda Cero, la petrolera estatal Pemex tuvo la libertad de quedarse con poco más del 80 por ciento de las reservas probadas (con 90 por ciento de éxito comercial estimado) y al menos un 20 por ciento de reservas probables y posibles (de 10 a 50 por ciento de éxito comercial estimado).
La nueva garantía petrolera se estableció en 18 veces el valor de un compromiso mínimo de trabajo requerido para cada contrato, mientras que en el modelo anterior una empresa de un consorcio debía jugar el rol de garante, con un capital mínimo de 6.000 millones de dólares para proteger los intereses del Estado.
Las reglas para la formación de consorcios y su participación también fueron aliviadas: se hace posible la salida de un operador del grupo.
En materia de seguridad, los consorcios deben contar con un seguro de responsabilidad por posibles derrames o accidentes industriales por 1.000 millones de dólares por evento y contar con un contrato de servicios de control de pozos para contingencias.
La iniciativa fue presentada por el Gobierno de Enrique Peña para modificar los contratos, de tal manera que la garantía de seriedad de las ofertas económicas se coloca en 2,5 millones de dólares para todos los contratos que gane un licitante o consorcio, y no para cada uno en los cuales participe como establecía la norma anterior.
Las reglas para formar consorcios ahora permiten que un operador petrolero que forma parte de un consorcio también pueda ser un licitante individual en otro campo; y así, un operador petrolero en el terreno puede ahora presentar ofertas como parte de un consorcio y como licitante individual, con la única restricción de que no presente propuestas para la misma área contractual, sino de otros bloques licitados.
Entre otros cambios principales destacan los siguientes: la CNH adecuó el balance económico del contrato, reduciendo "los umbrales del mecanismo de ajuste aplicable para el cálculo de las contraprestaciones".
Además, en materia de garantía "en línea con la práctica internacional, se flexibilizan las condiciones para la presentación de las garantías correspondientes a la presentación de propuestas, cumplimiento del programa mínimo de trabajo y el cumplimiento de las obligaciones del contratista".
Sobre la rescisión administrativa del contrato, la CNH incluye los conceptos de "culpa y dolo" con la finalidad de dar mayor certidumbre sobre el proceso.
En cuanto al arbitraje, en línea con el reglamento de arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, México y las petroleras designarán como autoridad al secretario general del Tribunal Permanente de Arbitraje de la Haya.
Los cambios parecen responder a las quejas sobre los modelos de contratos, dijo a Sputnik Nóvosti el responsable de exploración y producción de una petrolera estadounidense bajo condición de anonimato.
"En vez de tomar uno de los contratos que ha mostrado su eficacia en otros partes del mundo, México construyó un 'alebrije' para tropicalizarlo, como esas meticulosas artesanías mexicanas con animales fantásticos parecidos a los dragones o los unicornios", comparó el experimentado líder petrolero.
El anuncio se hace luego de que los ingresos fiscales petroleros del Gobierno de México han registrado un descenso de 38 por ciento anual en términos reales en el primer semestre de 2015, al dejar de percibir más de 20.000 millones de dólares.
La caída de los precios de un pico de alrededor de 100 dólares en 2014 a un promedio actual de 50 dólares por barril este mes y el derrumbe de la producción a unos 2,2 millones de barriles diarios, explica ese pobre desempeño de los ingresos fiscales petroleros.
El décimo productor mundial de crudo, México exporta casi la mitad de producción petrolera, consume la otra mitad internamente, pero importa la mitad de las gasolinas.