En todos los distritos y ciudades de la república se celebraron hoy actividades fúnebres con la participación de autoridades, representantes del Ejército, organizaciones sociales, veteranos y parientes de las víctimas.
En la capital, Tiráspol, se celebró un mitin-réquiem al que llamaron "Memoria del corazón", en el que participó la primera ministra, Tatiana Turánskaya.
"Debemos conservar y transmitir de generación en generación nuestra historia y valorar la paz que logramos pagando un precio tan alto", dijo ella.

Transnistria, el 60% de cuya población son rusos y ucranianos, insistió en la separación de Moldavia ya antes de la desintegración de la Unión Soviética, temiendo que los ánimos nacionalistas empujaran a Chisinau a unirse a Rumanía.
En 1992, al fracasar el intento de las autoridades moldavas de resolver el problema por la fuerza, Transnistria se convirtió en un territorio que Moldavia de hecho no controla.