El vicepresidente del monopolio gasístico ruso Gazprom, Alexandr Medvédev, comentó con anterioridad que el documento debía ser firmado antes de finalizar junio.
Aproximadamente en este mismo plazo, Rusia y Turquía se proponían firmar el acuerdo intergubernamental sobre la ejecución del proyecto de gasoducto Turk Stream.
El problema radica en que Rusia insiste en el tendido de cuatro líneas de gasoducto mientras que Turquía había aceptado la construcción de una sola línea, que cubriría solo sus propias necesidades.
El miércoles pasado, el ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, no descartó que el tendido del gasoducto Turk Stream pudiera ser aplazado.
El Turk Stream supone la construcción de un gasoducto con una potencia de 63.000 millones de metros cúbicos anuales de Rusia a Turquía, cruzando el mar Negro.
La tubería, con una extensión de 1.100 km, llevará hasta 47.000 millones de metros cúbicos de gas hacia la frontera entre Turquía y Grecia, donde se crearía un centro de operaciones para que los países de la UE distribuyan gas en sus territorios por cuenta propia.