Rusia se opuso a esta iniciativa, Angola, Venezuela y China se abstuvieron, mientras que el resto de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apoyaron la resolución.
Según Turchínov, la decisión de Rusia de votar en contra de la resolución debe ser motivo para modificar los estatutos de la ONU.
"Un país inculpado de un crimen no puede tener derecho a imponer un veto respecto a la acusación, de lo contrario el Consejo de Seguridad se desacredita y se paraliza totalmente", señaló el secretario del SNBO.
Turchínov añadió que "precisamente Ucrania y los países cuyos ciudadanos resultaron afectados a consecuencia del ataque terrorista, deben presentar las correspondientes propuestas de cambios en los estatutos de la ONU".
"Si los estatutos de la ONU no son cambiados, este órgano perderá por completo su autoridad y capacidad de reaccionar a los peligrosos retos de la actualidad", señaló.
Por su parte, el primer vicepresidente de la fracción parlamentaria Rusia Unida, Franz Klintsévich, calificó esta propuesta no solo de absurda, sino de extremadamente peligrosa.
"La propuesta de Alexandr Turchínov de retirar el derecho de veto en el Consejo de Seguridad a Rusia no solo es absurda, sino también extremadamente peligrosa y no debe debatirse seriamente", destacó.
Según expresó a la prensa el diputado ruso, "la introducción de enmiendas como esta en los estatutos de la ONU significaría en su esencia la autodestrucción de esta organización internacional".
"En este caso la ONU ya no serviría como principio unificador en nuestro mundo convulso, al convertirse en arma de un solo país o un pequeño grupo de países", indicó.
Klintsévich auguró que "no es necesario ser vidente para comprender a qué consecuencias podría llevar esto".
Tema: Catástrofe del Boeing de Malaysia Airlines en el este de Ucrania
El Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio pasado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, resultando muertos los 298 ocupantes de la aeronave, en su mayoría holandeses.
Un informe preliminar sobre la investigación de la catástrofe, publicado por los Países Bajos, atribuye el siniestro "a daños estructurales del avión provocados por una acción externa", sin indicar cuál.
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk, pero estas rechazaron las acusaciones afirmando que no disponían de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.