El juez que preside el proceso, Sir Robert Owen, cuestionó la "credibilidad de su declarado deseo a testificar" del crucial testigo ruso, a quien Scotland Yard considera sospechoso, junto con Andréi Lugovói, del homicidio de Litvinenko.
"Nunca tuvo intención de declarar o le han puesto obstáculos en su camino", concluyó el magistrado notablemente frustrado por el viraje en la postura rusa en la recta final de las vistas orales en el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales.
Owen también hizo mención a la "extremadamente respuesta tardía" del Gobierno ruso a las consultas remitidas por Londres desde principios de año.
El pasado 17 de julio, Moscú notificó al Home Office su negativa a asistir en las diligencias debido a que el proceso no es una "investigación criminal".
También se recogerá en la web el testimonio que Kovtun aportó por escrito tras su interrogatorio en Rusia y las detalladas respuestas a consultas planteadas por los abogados de la investigación.
En extractos de su declaración leídos este martes, el exmilitar ruso y emprendedor comercial señala que conoció por primera vez a Litvinenko en octubre de 2006 y que "nada sabía del Polonio 210 hasta su muerte".
El disidente y exagente del KGB/FSB, Litvinenko huyó en el 2000 al Reino Unido y murió allí en noviembre de 2006 por envenenamiento con polonio 210.
Informes británicos anteriores apuntan a la colaboración de Litvinenko con los servicios de Inteligencia británicos (el MI6) y los servicios secretos españoles.
Las autoridades del Reino Unido acusan de su muerte a Rusia, pues antes de ponerse grave el exagente tomó un té con sus antiguos colegas Dmitri Kovtún y Andréi Lugovói.
La extradicción de Lugovói, a quien Londres considera principal sospechoso de la muerte de Litvinenko, ha sido bloqueada por Moscú, al mismo tiempo el propio Lugovói negó su implicación y destacó que las acusaciones tienen un motivo político.