Dmitri Kovtun, ex oficial de Inteligencia, estaba llamado a testificar primera hora del lunes 27, por vídeo conferencia desde Moscú, pero el temor a infringir la legislación rusa y la normativa internacional llevó al ex oficial de Inteligencia a cancelar la citación, según informó el juez que preside el proceso, Sir Robert Owen.
"El señor Kovtun se considera sujeto a una obligación de confidencialidad a la investigación rusa, que todavía continua, y ha sugerido que no podrá prestar declaración si no es eximido de dicha obligación por la entidad investigadora rusa", señaló el abogado de la encuesta al cerrar las vistas orales el pasado viernes.
El juez Owen confirmó a su vez que Kovtun se disculpó por escrito de su decisión en la que "declina asistirme porque cometería un delito si testifica sin permiso de las autoridades rusas"
El intercambio de correos electrónicos entre Moscú y Londres, en vísperas del anticipado testimonio del ahora empresario ruso, sentó el caos en el proceso, además de malestar en el resto de participantes.
Los abogados de la viuda e hijo de Litvinenko, Marina y Anatoli, urgieron al juez a "deducir culpabilidad y responsabilidad" en vistas al "aparente intento de socavar esta encuesta".
Kovtun y el ahora diputado Andrei Lugovói se entrevistaron con Litvinenko, en un hotel de Londres, días antes de su doloroso fallecimiento, por intoxicación con la sustancia radioactiva, Polonio 210, según el parte forense.
Ambos se negaron en un principio a colaborar con las pesquisas británicas, aunque accedieron a ser interrogados formalmente en Rusia.
La decisión de Kovtun implicó también la prolongación del proceso independiente judicial en el momento justo en que las sesiones orales iban a clausurarse.
El abogado de Scotland Yard, Richard Howard, interpretó la negativa a testificar como una nueva artimaña de Rusia para frustrar la resolución de un caso que tensó las relaciones con Reino Unido.
"Parece que la petición de Kovtun a prestar testimonio fue un intento deliberado y calculado para obtener toda la información adicional posible sobre este proceso,y desparecer una vez logrado su objetivo", denunció el letrado.
El juez dio una última oportunidad a Kovtun a testificar este lunes desde Moscú.
La señal de vídeo se encenderá en la sala 73 del palacio de Justicia al mediodía, hora de Londres, pero pocos esperan que haya respuesta al otro lado de la cámara contratada a una empresa comercial.
Moscú ya comunicó al Home Office, el pasado 15 de julio, que declina su permiso a la utilización de las pruebas recogidas en la Federación rusa, según advirtieron los abogados británicos el pasado viernes.