Lecheheb destacó que dichas medidas "han resultado fructíferas" y, en lo que respecta a la propagación de la variante radical del Islam, el Estado es un oasis de "estabilidad" y "seguridad".
"No obstante, siempre digo que hay que estar alerta, ya que a pesar de que para Marruecos no es típico el problema del islamismo radical y toda la sociedad está en contra de este fenómeno, existen una serie de células", constató.
Los extremistas del EI, que cuentan en sus filas con hasta 200.000 partidarios, se empeñan en profundizar su influencia en los países de África, en particular, en Libia.
Se estima que actualmente el EI controla hasta 90.000 kilómetros cuadrados, territorio en el que han proclamado la creación de un califato con sus propias leyes y organismos de poder.